Llaveros hechos con
semillas,
madera y cerámica,
son mis pequeños
espíritus de los árboles,
que pretenden llegar a
todos los
corazones receptivos.
Los Kodamas son
espíritus míticos del
Japón que habitan en
los bosques espesos y
protegen la naturaleza,
no es tarde para darnos cuenta
del gran regalo que es nuestro
pequeño Gran planeta, respetémoslo
y convirtámonos en Kodamas.
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Cuando somos dependientes de alguna sustancia, por la presencia o ausencia de la misma salen a flote caracteres en nuestra persona que no nos gusta que estén ahí.
La dependencia es la necesidad, a la vez no deseada, de la “sustancia” en cuestión. Esta lucha emocional debe ser la que nos transforma y nos hace ser distinto a lo que nosotros mismos somos.
Damos por hecho que todo ser viviente desea la libertad, la posibilidad de actuar y pensar como queramos.
No se si alguien, al leer esto, puede entender que la dependencia es una forma de libertad más, pero no es así,
porque si la libertad es la posibilidad de elección la dependencia te la quita.
Si tuviera un dios a quien rezarle
Dejaría descansar a mi cabeza
Todo seria más cómodo,
Pues estaría todo en sus manos.
Pero no me convencen esos cuentos
De personas enviadas de los cielos.
Si tuviera una religión
Creería lo que otros quieren que crea
Haría lo que otros quieren que haga
Seguiría con fervor alguna imagen
Perdería mi punto de vista
Y básicamente sería la persona
Que otros quieren que sea.
Como no lo tengo
Creo yo mis oraciones
Que igual pueden ser rock duro
O poesía en estado puro.
Sin pretender seguidores.
Que a veces los oradores
Rezan sin entender
Y pretenden merecer
Una gloria prometida
Y entre mentira y mentira
Ya no saben que creer.
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